AGRIDULCE: SCJN ATACADA POR TRES FRENTES: PRESIDENCIA, LEGISLATIVO y MORENA.

-AGRICULCE: SCJN ATACADA POR TRES FRENTES: PRESIDENCIA,  LEGISLATIVO y MORENA.
-UN MISMO COMÚN DENOMINADOR, ATACAR A LA CORTE Y DESACATAR SUS FALLOS.


AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Mtro. José A. Ordóñez González.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación está siendo atacada de manera sistemática desde tres frentes: 1-La Presidencia de la Republica; 2- El Congreso de la Unión; y, 3-Morena, así como uno que otro lamebotas como el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García. Todos esos frentes manejados por personajes ligados a la izquierda mexicana -léase: morena-

Con más aciertos que yerros, los integrantes del máximo Tribunal de Justicia -once ministros- revisan entre otras cuestiones la constitucionalidad de los actos de las autoridades. Es decir, convertidos en Tribunal Constitucional, estudian, discuten y resuelven todas las controversias que recibe y determina si tal acuerdo, acto, resolución y decreto emitido por cualquier autoridad estatal, federal, administrativa, legislativa e incluso del propio poder judicial, es acorde o no a la constitución, lo que conlleva que todo acto de autoridad debe respetar la ley suprema del país.

En esa tarea, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los ministros que integran el pleno, han cumplido medianamente con esa función, sin buscar congratularse con el Presidente o con cualquier otro órgano de gobierno. En ocasiones requieren de una mayoría calificada y otros asuntos son aprobados por una mayoría simple. Pon ende realizan una doble función: control jurisdiccional y de Tribunal Constitucional.

De ahí la importancia que los diputados, senadores, el propio presidente y los secretarios de estado, incorporen a sus equipos de trabajo a destacados abogados constitucionalistas y no simples remedos leguleyos que son designados basados en el amiguismo e influyentismo. Creer que todas nuestras ideas, por magnificas y brillantes que estas sean cumplen con el requisito de respeto a la constitución, es un error que a la postre se paga, como en el caso acontece con estos tres frentes, obligando a que la SCJN les corrija la plana e invalide un sin numero de decretos, acuerdos, reformas que no pasan la revisión constitucional.

Ejemplos notorios están en la palestra pública, como la decisión de la Suprema Corte que, finalmente, declaró la inconstitucionalidad de la segunda parte de las reformas electorales más regresivas en la historia democrática del país, echando por tierra el paquete completo de reformas que hacían prever la imposibilidad material de una organización adecuada de la elección de 2024, así como una injerencia indebida del gobierno en ellas.

Más temprano que tarde llegaron los duros señalamientos presidenciales contra la Corte, con renovados bríos en ataques mediáticos, entre ellos la amenaza de una nueva iniciativa de reforma política para nombrar por voto popular a los ministros de la Corte y su inclusión.

Este mismo tema, lo retoman constantemente  las corcholatas de morena (aspirantes a la Presidencia de la república), en declaraciones y actos de proselitismo en las ilegales precampañas que llevan a cabo desde el pasado  19 de junio.

Otro caso que ejemplifica a la perfección el tema, es el caso de la juez ANGÉLICA SÁNCHEZ HERNÁNDEZ por la relevancia política que le ha puesto a este caso el gobierno de Veracruz, que se ha sumado a las críticas al Poder Judicial.

Cabe recordar que la juez arribó a la Ciudad de México a recibir un homenaje en la Cámara alta, en el que recibió sentidas palabras de reconocimiento a su trayectoria por parte del todavía entonces líder senatorial RICARDO MONREAL. Al día siguiente fue detenida y vinculada a proceso, en un extraño operativo.

El crimen de la juez Sánchez fue dar cumplimiento a una resolución de un tribunal colegiado federal, que había determinado que las pruebas en contra de un indiciado no eran válidas para retenerlo en prisión. Dentro del proceso instruido contra la juez -a quien se le inventaron los delitos y las imputaciones- se impidió a personal del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el acceso a la audiencia en la que se le vinculó a proceso.

Un claro desacato a un mandamiento judicial lo observamos en el caso de la senadora XÓCHITL GÁLVEZ, quien, habiendo obtenido un amparo por parte de un juzgado federal para poder presentarse en la denominada “mañanera” y ejercer su derecho de réplica ante acusaciones falsas que el Presidente le había imputado, se quedó con el amparo en la mano, al negársele la entrada a Palacio Nacional, como si se tratara de un edificio y acto privado.

Otro más, lo ejecutaron en días pasados los senadores de morena y aliados al negarse sistemáticamente a nombrar a los comisionados faltantes del INAI, violando también la Constitución y acumulando ominosos desacatos —el último apenas este lunes— a mandatos judiciales que ordenan que, al menos, se nombre a un integrante del Pleno de ese órgano autónomo para terminar con su parálisis.

A mis fieles lectores les comento que, nos guste o no, hasta hoy, los ministros de la SCJN- con algunas excepciones- han sido verdaderos guardianes y garantes del cumplimiento de la Constitución, haciendo valer su autonomía, sin dejarse presionar ante los embates políticos y mediáticos del régimen, desempeñando fielmente su rol constitucional de mantener el equilibro republicano y ser contrapeso ante los abusos del Ejecutivo y de las mayorías legislativas.

Lo AGRIDULCE del tema deviene de la embestida mediática de esos tres frentes contra la SCJN -que tienen un mismo común denominador, atacar a la corte y desacatar sus fallos- ante la actuación correcta de los ministros para no permitir los abusos de estos. En su tarea de Tribunal Constitucional, han sabido responder a los mexicanos y no al grupo en el poder.

Al final, con el control constitucional que ejerce la Corte, se hace respetar la Constitución y se protege a los mexicanos de los abusos de unos cuantos. Si el presidente, el Congreso y los de morena van hacer lo que se les atoje, pues que conformen su propio estado donde solo su santa voluntad predomine. ¡HE DICHO¡

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