MUERE NIÑA PRENSADA EN ELEVADOR DEL IMSS DE CD. DEL CARMEN.

TRAGEDIA EN EL IMSS DE PLAYA DEL CARMEN, MUERE NIÑA PRENSADA EN EL ELEVADOR.

Una niña de seis años fue ingresada el 9 de julio al Hospital Regional de Zona 18 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Playa del Carmen, Quintana Roo, para que la atendieran por dengue. Al día siguiente, por la noche, el camillero Víctor F. la trasladaba a un piso superior. Introdujo la camilla en el elevador y éste inició el ascenso sin que fuera accionado el botón correspondiente. Con la niña acostada, la mitad de la camilla quedó afuera. Relatan los testigos que el camillero intentó detener el ascensor, pero este continuó subiendo, quedando prensada, lo que ocasionó su muerte.

La muerte de una niña de seis años por causa de un accidente en las instalaciones del Seguro Social configura una tragedia para su familia. La seguridad de todos los que están al interior de sus edificios es responsabilidad de la institución. No obstante, el delegado del IMSS, en QR, Enrique Ureña Bogarin, de inmediato deslindó la responsabilidad institucional, apuntando hacia la empresa Soluciones Integrales de Transportación Vertical en México, S. A. (Sitravem) contratada para dar mantenimiento a los elevadores, que según informó, habían sido reportados por su mal funcionamiento, por lo que acudieron los técnicos para dar servicio y cuando se retiraron no dejaron indicaciones o algún aviso que advirtiera el mal funcionamiento del elevador.

Los padres de la niña presentaron una denuncia contra quien o quienes resulten responsables de la muerte de su hija, ante la Fiscalía General del Estado. Las autoridades detuvieron al camillero Víctor F. y lo acusaron por homicidio culposo e inició una investigación para esclarecer la muerte de la menor.

El director general del IMSS, Zoé Robledo, mediante un comunicado de prensa, lamentó la muerte de la niña e informó que instruyó a sus subordinados para que realicen una investigación para llegar al fondo de los hechos. Aseguró que los resultados de la investigación serán transparentes.

Como siempre el hilo se revienta por lo más delgado, en realidad el camillero es otra víctima, señalado como si él hubiera tenido la intención de meter a la niña al elevador que la mató, bajo el falso supuesto de que estaba obligado a saber que el elevador no funcionaba.

No asumir la responsabilidad propia y desplazarla hacia otros es un signo de inmadurez, también de cobardía. Murió una niña de seis años y Zoé Robledo, director general del IMSS, sólo dice que estos «hechos no debieron ni deberán volver a suceder. La familia tiene y tendrá nuestro completo acompañamiento y apoyo durante este proceso». No es suficiente.

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