AGRIDULCE- AMLO, UN ESTADISTA o UN AUTORITARIO.

-AGRIDULCE: LA VISIÓN DE UN ESTADISTA o DE UN AUTORITARIO.

-LA INTOLERANCIA AL PENSAMIENTO LIBRE y CRÍTICO, PRINCIPAL CARACTERÍSTICA DE UN GOBIERNO AUTORITARIO.




AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Mtro. José A. ORDÓÑEZ González.


¿Se trata de un estadista o un autoritario?

Esa es la pregunta que nos debemos responder al final, realizando para ello lo que ambos conceptos significan y las circunstancias actuales por las que atravesamos los mexicanos y determinar si nos gobierna un estadista o un autoritario.

En principio, un estadista es una persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado. Este calificativo engloba o comprende asimismo a las personas que están por encima de las divisiones partidarias y de los sectores, en inquieta y creativa búsqueda del bien común y asumiendo plenamente sus propias responsabilidades.

En contraste, las personas autoritarias son aquellas con comportamientos que tratan de imponer su propio criterio o manera de pensar sin que para ellos tenga ningún significado o importancia la opinión de otras personas, esto lo hacen de manera consciente o inconsciente, sin ninguna justificación del porqué hay que obedecer a sus designios.

La característica que generalmente los pone en evidencia al autoritario es el uso o el abuso de poder, esa necesidad de dominarlo todo, la intolerancia hacia los demás, el cinismo y una doble moral que se hacen evidentes rápidamente ante cualquier situación. La naturaleza autoritaria de una persona, esa necesidad de dominar nunca deja de desarrollarse.

El autoritario es intolerante, es decir, no tolera opiniones o actuaciones diversas a la suya. Lo que implica o denota intolerancia.

A propósito de los términos expuestos, ROMÁN REVUELTAS RETES -Director de orquesta, además de liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo- y, en torno al ambiente político crispado que prevalece en nuestro país, recientemente escribió:

“El gran reto del Gobierno que le arrebate el poder al régimen de la 4T en 2024 será restaurar la convivencia armónica de los mexicanos. Y, bueno, en el apartado de las finanzas públicas tampoco lo tendrá fácil porque los proyectos faraónicos, las inversiones improductivas, los recursos del erario dilapidados a fondo perdido y las políticas dirigidas a agenciarse los favores de las clientelas terminarán por pasar costosísima factura”.

Continua narrando: -“Nos hemos convertido en una República del rencor y el hecho mismo de que disentir no le parezca algo perfectamente natural al oficialismo, es decir, una práctica consustancial a la vida democrática, y de que los discrepantes merezcan entonces no sólo los más destemplados denuestos sino la inmediata calificación de enemigos—cuando no, de plano, de traidores a la patria— nos lleva a imaginar un paisaje nacional todavía más sombrío cuando ocurra, justamente, el retorno de los conservadores y de la mafia del poder”-

Por desgracia, la visión de REVUELTAS es acertada, describe tal cual la perniciosa y mal intencionada forma de actuar de un presidente, de sus allegados y seguidores, que dividen el país en buenos y malos; en supuestos liberales y conservadores (como en la época de Reforma), en pueblo bueno y sabio y por otra parte, los enemigos del pueblo. Lo peor es que se asumen con la verdad absoluta y no hay lugar en su dizque pensamiento liberal para las opiniones diversas y menos en contrasentido a su visión autoritaria. No hay cabida para que fluya en la sociedad el pensamiento libre y crítico, sin ser denostado y socavado desde la esfera del poder.

A mis respetables lectores os digo: el pensamiento libre y crítico se define como la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos. Consiste en la disposición auténtica de búsqueda de la verdad, no aceptar todo lo que escuchamos como una verdad absoluta, debemos someterlo a juicio propio.

El pensamiento crítico estuvo en el origen del Renacimiento, el Humanismo y la Ilustración, y hoy recupera una mayor importancia y protagonismo nos ayuda, tal como afirma el filósofo Lipman, “a protegernos contra el hecho de creer, de manera forzosa, lo que nos dicen los demás, sin que tengamos la oportunidad de investigar por nosotros mismos”.

Lo AGRIDULCE del tema es que los mexicanos deberemos dilucidar si el actual titular del ejecutivo es un estadista o un autoritario e intolerante. Analizar si realmente gobierna para todos, y si su actuación merece alguno de los calificativos señalados. Me hubiese gustado decantarme por el primero de ellos, sin embargo, por congruencia coincido con la visión de Revueltas. ¿Ustedes que opinan?

Al final reconocer que solo el Creador posee la verdad absoluta, y seguramente en relación al tema habrá opiniones para ambos supuestos, lo que da pie a reafirmar nuestro pensamiento libre y crítico. Debemos aprender a tolerar la diversidad de opiniones, y convivir en una verdadera democracia. Disfruten el fin de semana y de sus merecidas vacaciones. ¡HE DICHO ¡

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