¿Sam’s Club, Elektra y Soriana se van de Acapulco? Esto se sabe tras Huracán Otis

La reciente embestida del Huracán Otis de categoría 5 en la zona costera de Acapulco de Juárez, ha dejado una estela de destrucción a su paso luego de golpear la costa del estado de Guerrero el pasado 25 de octubre. Sin embargo, junto con la devastación que dejó a su paso, se ha desatado una preocupante problemática: el saqueo y la rapiña en diversas tiendas, entre las que destaca la sucursal de la cadena Sam’s y otras como Soriana y Elektra.

Dados los supuestos saqueos, los pobladores e internautas de este estado, se han pronunciado avergonzados y hasta preocupados por las acciones de algunos. Pues mientras unos argumentan que los saqueos han sido en desesperación por encontrar comida para sobrevivir, otros señalan que lo han hecho abusivamente y les alarma que tanto Sam’s Club, Soriana, Elektra y otras cadenas comerciales puedan desaparecer de Acapulco. Pero ¿Es esa la intención?

Este no es el primer caso de saqueos en la región tras un desastre natural, los mismos internautas han recordado que en el año 2013, después de los huracanes Ingrid y Manuel, la ciudad de Acapulco fue testigo de un saqueo masivo a una tienda Costco.

Esta lamentable situación resultó en el cierre definitivo de dicha sucursal, evidenciando las graves consecuencias que pueden acarrear estos actos.

La actual situación ha desatado un debate sobre si es apropiado o no calificar como saqueos y rapiña a los actos cometidos en medio de la necesidad, como la que viven los damnificados por el desastre natural. Pese a ello, la interrogante sigue en el aire, sobre si estas cadenas están considerando desaparecer definitivamente de Acapulco, pero, hasta el momento, ninguna se ha pronunciado de manera oficial.

Sencillamente, son los mismos ciudadanos los que han puesto el debate sobre la mesa, al recordar que esta fue la razón por la que Costco se habría retirado de Acapulco en 2013.

El término «saqueo» enfrenta un juicio en redes sociales después de Otis

Mientras que algunos justifican, y a otros les avergüenza, los que rechazan el término «saqueos» argumentan que la desesperación de haber perdido todo puede empujar a las personas a recurrir a estas acciones para satisfacer sus necesidades básicas.

Además, sugieren que las tiendas de gran tamaño generalmente cuentan con seguros que cubren las pérdidas, lo que minimizaría el impacto económico en estas cadenas.

Desde esta perspectiva, se considera que, en estas circunstancias, los actos de los damnificados por fenómenos naturales no deberían ser calificados como saqueos o rapiña tras el paso del Huracán Otis.

Por otro lado, existen voces que argumentan que los actos de saqueo y rapiña deben ser identificados como tales. Para respaldar su posición, hacen referencia al caso de Costco en 2013, donde a pesar de la creencia de que la empresa podría recuperarse de los estragos causados por el huracán «Manuel,» esta no logró sobrevivir y quebró.

En este contexto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha instado a la población a no incurrir en saqueos tras las afectaciones del huracán Otis. Su llamado busca mantener el orden y la seguridad en medio de la adversidad, así como anunciar que se ejecuta un plan de apoyo para los damnificados.

Lo cierto es que, cientos de personas perdieron sus hogares y pertenencias, y que de un modo u otro, en lo que la ayuda es entregada, buscaron maneras de sobrevivir al desastre natural. Hasta ahora, no hay información de que Soriana, Sam’s Club y Elektra, deseen desaparecer de Acapulco, y queda en rumores que han despertado los mismos habitantes de Guerrero al recordar el caso de Costco en 2013.

En el debate que ha surgido a raíz de los saqueos tras el Huracán Otis, hay quienes pueden comprender que las personas tomen alimentos de las tiendas para subsistir en medio de la crisis. Sin embargo, sostienen que no hay justificación para el robo de otros objetos, como colchones, televisores u otros electrodomésticos. La situación plantea un dilema ético en medio de la urgencia y pone de manifiesto la complejidad de abordar estos actos en situaciones de emergencia.

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