Tragedia en Tampico: reportan la muerte de un niño de 5 años tras comer un tamal
El menor tuvo problemas para poder digerir el alimento y no tuvo oportunidad de recuperarse
Vecinos de la localidad de Tampico, en Tamaulipas, quedaron consternados luego de que se hiciera pública la noticia de que un pequeño niño de 5 años de edad perdió la vida al momento en el que comía un tamal.
Los hechos ocurrieron al interior de una farmacia dentro de la capital del estado, ubicada en la calzada San Pedro, el pasado domingo 31 de diciembre, cuando el menor comenzó a ahogarse al comerse un hueso que venía en el alimento el cual no pudo digerir de forma correcta, ocasionándole asfixia.
¿Qué sucedió?
Si bien el deceso ocurrió dentro del consultorio, el accidente ocurrió en el domicilio del niño en donde se encontraba degustando un tamal cuando un pequeño pedazo obstruyó sus vías respiratorias.
Inmediatamente, sus padres actuaron de inmediato y lo llevaron directamente con la doctora más cercana para que pudiera auxiliarlos. Ahí, la profesional de la salud intentó realizar las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en un intento desesperado por salvar la vida del pequeño.
Al notar que no respondía, decidieron llamar a los cuerpos de emergencia quienes enviaron a un equipo de la Cruz Roja, pero por más esfuerzos que realizaron los paramédicos no lograron mantener con vida al niño de 5 años.
El suceso fue notificado a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas, quienes indicaron que ya se inició una carpeta de investigación protocolaria para poder deslindar responsabilidades con los padres y la doctora de guardia.
¿Cómo hacer RCP?
Las maniobras de Reanimación Cardiovascular o RCP se llevan a cabo cuando una persona tiene obstruidas sus vías respiratorias por cualquier objeto o alimento. Para poder llevar a cabo una buena acción es necesario que coloques las manos a la altura del inicio de las costillas, con los codos estirados y los hombros a la altura de las propias manos.
Mientras mantienes una sobre la otra, presiona el pecho a mono de generar un vacío que pueda expulsar cualquier objeto, se debe realizar un movimiento firme y con un ritmo de entre 100 a 120 compresiones por cada minuto.
Esta práctica puede salvarle la vida a miles de personas en el mundo.