AGRIDULCE: LA GUERRA EN UCRANIA ES EN REALIDAD UN CONFLICTO ENTRE E.U. y LA OTAN CONTRA RUSIA.
-AGRIDULCE: LA GUERRA EN UCRANIA ES EN REALIDAD UN CONFLICTO ENTRE E.U. y LA OTAN CONTRA RUSIA.
-UCRANIA PONE LOS MUERTOS y SUFRE LA DEVASTACIÓN.
AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Mtro. José A. Ordóñez González.
Por desgracia la guerra Rusia-Ucrania llega a un año sin que se avizore el final de los combates, el sufrimiento y la destrucción. Ninguno de los dos países directamente involucrados cede un milímetro.
Lo más dramático es que la próxima fase podría convertirse en un baño de sangre, ahora que Estados Unidos y Alemania acordaron proveer de tanques a Ucrania, además de misiles de largo alcance y aviones caza.
Al analizar cómo se han dado las cosas en este conflicto bélico, resulta evidente que se trata de una guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia. Ya son varios actores políticos los que han advertido sobre la creciente amenaza de que se den más pasos hacia una guerra nuclear, lo que sería catastrófico para toda la humanidad.
Se deben hacer esfuerzos por poner fin a los horrores antes de que se vuelvan algo mucho peor. Es menester poner freno a la vorágine mortal que sube de intensidad; las partes involucradas deben tener voluntad para el diálogo y la búsqueda de soluciones alternas.
Al 23 de febrero pasado, la ONU estimó en unas 7 mil las muertes de civiles en Ucrania. Sin duda es un cálculo demasiado bajo; si lo triplicamos, llegamos al probable saldo de la invasión israelí de Líbano, con apoyo estadunidense, en 1982. Si lo multiplicamos por 30, llegamos al total de la matanza perpetrada por Ronald Reagan en Centroamérica; y se puede poner peor la cosa.
Sin soslayar a quienes enfrentan la hambruna por la restricción a los granos y fertilizantes de la rica región del Mar Negro.
Estados Unidos ha estado proporcionando información para dirigir todos los ataques con armas avanzadas, práctica previamente oculta que revela un papel más profundo y operativamente activo del Pentágono en la guerra; por lo que en cualquier momento podría haber represalias rusas, que serían un paso más para agravar el conflicto extendiéndose hacia otros territorios.
Por ello se afirma que este conflicto armado llegará a confirmar la opinión de gran parte del mundo, de que se trata de una guerra entre Estados Unidos y Rusia con cadáveres ucranianos.
Estados Unidos, por conducto de Ucrania, está degradando de manera significativa la capacidad militar de su principal adversario potencial, lo cual no es un logro menor.
Por otra parte, en el dominio geopolítico, resuelve, al menos de manera temporal, lo que ha sido un tema importante en toda la era posterior a la Segunda Guerra Mundial: asegurar que Europa permanezca bajo control estadunidense dentro del sistema de la OTAN, en vez de adoptar un curso independiente e integrarse más con su socio comercial del este, rico en recursos naturales.
Al continuar los combates, las posturas se endurecen, como es de esperarse. Por ahora las posturas de Ucrania y Rusia parecen irreconciliables.
Europa oriental es un caso un tanto especial. Por razones conocidas y evidentes, las élites de esa región tienden a ser más susceptibles de lo normal a la propaganda estadunidense.
Derivado del conflicto armado, hay quienes llaman a fortalecer la OTAN pensando en lo que ésta hace en estos momentos, y también en la forma en que la organización se presenta a sí misma. La más reciente cumbre de la OTAN extendió el Atlántico Norte hasta el Indo-Pacífico, es decir, a todo el mundo. El papel de la organización es participar en el proyecto estadunidense de planear una guerra con China, lo cual ya es una guerra económica.
A mis lectores les comento que, en esta como en otras guerras, hay mujeres y niños muertos en las calles. La gente se debilita por el hambre. Muchos mueren por sus heridas porque no se consigue ninguna ayuda médica en la ciudad. Ésa es la OTAN, para quienes quieran enterarse de lo que ocurre en el mundo.
Lo AGRIDULCE de las guerras es que ambos bandos pierden, aun ganado la batalla final, las muertes de unos y otros predominan, las economías languidecen, se sufre de hambre y miseria; solo unos cuantos ganan poder y dinero reafirmando su lugar en el círculo de aquellos que dirigen los hilos y el destino de la humanidad.
Los amos del mundo se divierten observando cómo se destruyen entre si los seres humanos, por una ideología mal entendida, un pedazo de tierra o por la patria mal parida cuyo significado engrandecen los propios ciudadanos fanáticos de todo y nada, exacerbando un nacionalismo mal entendido que cobra su factura con los miles de muertos que perecen en el intento de cambiar al mundo o al menos su diminuta realidad.
Al final, en las guerras los seres humanos perecen con la creencia de heredar un mundo mejor y lo que logran con su “sacrificio patriótico” es engrosar los bolsillos de los poderosos. ¿Por qué mejor no predicar el amor al prójimo como nos enseñó Jesucristo? Las guerras provocan destrucción, devastación, muerte, caos, hambre y miseria; se pierde el sentido humanista y crece el odio. Somos arquitectos de nuestro propio destino, el libre albedrío nos fue otorgado para decidir siempre hacer el bien. ¡HE DICHO ¡