México recuperó 34 cuerpos de migrantes que buscaban llegar a EE.UU. de enero a julio
Entre enero y final de julio, México recuperó los cuerpos sin vida de 34 migrantes que intentaban llegar a Estados Unidos, informó el INM
México recuperó entre enero y final de julio los cuerpos sin vida de 34 migrantes que intentaban llegar a Estados Unidos, informó el Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
En ese mismo periodo, agentes del INM rescataron a 450 personas migrantes cuya vida se encontraba en riesgo.
En un comunicado, el INM indicó que agentes de los 22 Grupos Beta -unidades del instituto especializada en brindar orientación y asistencia a migrantes- en ese mismo periodo “orientaron y dieron asistencia humanitaria a 135.679 personas migrantes”.
Los agentes “lograron recuperar 34 cuerpos de ciudadanos que perdieron la vida en el desierto, en el río Bravo (o Grande), en accidentes ferroviarios y carreteros, en su intento por llegar a Estados Unidos”.
También dijo que los agentes “han auxiliado a la fecha a personas migrantes provenientes de más de 150 países de los cinco continentes”.
El INM recordó que este 2 de agosto los Grupos Beta cumplen 34 años de creación y sus acciones han sido reconocidas como buena práctica en México en el Repositorio de Prácticas de las Naciones Unidas.
Los grupos, aseveró, están distribuidos en nueve estados: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca y sus agentes están capacitados para atender las 24 horas del día situaciones de emergencia en el desierto, ríos, zonas montañosas, vías del ferrocarril y carreteras.
La migración en México fue en aumento desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
El arribo de migrantes se ha mantenido en los últimos años a pesar de la pandemia y de las restricciones impuestas por países de la región.
En su paso por México, los migrantes deben enfrentarse a mafias dedicadas al secuestro y extorsión, así como a la delincuencia organizada, lacras que les obligan a viajar y trasladarse de formas peligrosas para cruzar clandestinamente el país, rumbo a la frontera norte, algo por lo que pagan miles de dólares a los traficantes.